Este algodón es el resultado de una producción ecológica y sostenible, en cuyo proceso no se han usado herbicidas, semillas modificadas genéticamente (también conocidas como semillas transgénicas) o fertilizantes químicos. En cambio se han usado abonos de origen animal, rotación de cultivos y control de plagas mediante sistemas 100% biológicos.
Además, el algodón orgánico es una fibra natural que ayuda a prevenir la contaminación plástica por microfibras en el ciclo de lavado.